Transformando residuos: el desafío hacia un Chile sostenible.
- Sergio Schmidt Berguecio
- 2 abr
- 3 Min. de lectura
Alta Dirección | Administración y Finanzas | Recursos Naturales
28 de marzo de 2025
Chile enfrenta un desafío crítico en la gestión de residuos. Según datos del Ministerio del Medio Ambiente, en 2024 se generaron 19,6 millones de toneladas de residuos sólidos, de los cuales 9 millones correspondieron a residuos sólidos municipales, es decir, provenientes esencialmente de los hogares. Esto equivale a una generación per cápita de aproximadamente 1,27 kilogramos diarios por persona.
Este modelo de consumo desechable no solo incrementa los vertederos, sino que también agrava el cambio climático. Es hora de priorizar la reducción, la reutilización y el reciclaje como pilares para un futuro más sostenible.
Impactos de la disposición final de la basura
La gestión inadecuada de los residuos sólidos domiciliarios (RSD) tiene consecuencias ambientales y sociales significativas:
Corto plazo: Contaminación del suelo y del agua debido a la filtración de lixiviados. Malos olores que afectan la calidad de vida de las comunidades cercanas. Proliferación de plagas como roedores e insectos.
Mediano plazo: Saturación de los rellenos sanitarios, lo que obliga a buscar nuevos sitios para disposición, generando conflictos sociales y ambientales. Incremento de gases de efecto invernadero, como el metano, producido por la descomposición de residuos orgánicos. Impacto en la salud de las comunidades cercanas debido a la exposición prolongada a contaminantes.
Largo plazo: Pérdida de biodiversidad y degradación de ecosistemas por la ocupación de terrenos naturales. Contaminación persistente de acuíferos y suelos, dificultando su recuperación. Contribución significativa al cambio climático por la acumulación de gases de efecto invernadero.
Es evidente que la gestión de los RSD requiere un enfoque más sostenible, priorizando la reducción, reutilización y reciclaje para minimizar estos impactos.
Situación actual del reciclaje en Chile.
En 2024, Chile recicló aproximadamente el 21% de sus residuos totales. Sin embargo, la tasa de reciclaje de residuos sólidos domiciliarios es considerablemente más baja. Según un estudio de 2022, solo el 13,5% de los RSD se reciclan en las principales ciudades del país.
Esto subraya la necesidad de mejorar las infraestructuras de reciclaje y fomentar prácticas más sostenibles.
Valorización energética de los residuos
La valorización energética de los residuos sólidos domiciliarios (RSD), conocida como "Waste to Energy" (WtE), es una alternativa que busca transformar los residuos no reciclables en energía mediante procesos como la incineración controlada. En Chile, esta opción ha generado interés, pero también debate.
Ventajas:
Generación de energía: Permite aprovechar residuos que no pueden ser reciclados, convirtiéndolos en electricidad o calor.
Reducción de volumen: Disminuye significativamente la cantidad de residuos que terminan en rellenos sanitarios, al reducir su volumen hasta en un 90%.
Mitigación de impactos: Puede contribuir a reducir la emisión de gases de efecto invernadero asociados a la descomposición de residuos orgánicos en vertederos.
Desafíos:
Costos elevados: La construcción y operación de plantas WtE requiere inversiones significativas.
Impactos ambientales: Aunque se utilizan tecnologías avanzadas, existe preocupación por las emisiones contaminantes y la generación de cenizas tóxicas.
Aceptación social: Algunos proyectos enfrentan resistencia por parte de comunidades locales, debido a preocupaciones ambientales y sociales.
En Chile, la valorización energética aún está en etapas iniciales, con proyectos en evaluación ambiental y estudios de viabilidad. Aunque no es una solución definitiva, puede ser una pieza clave dentro de un sistema integrado de manejo de residuos, complementando la reducción, reutilización y reciclaje.
Hacia una economía circular
La colaboración entre comunidades, municipios y recicladores de base es esencial para avanzar hacia una economía circular. La implementación efectiva de leyes como la Responsabilidad Extendida del Productor (REP) y la Hoja de Ruta Nacional a la Economía Circular establecen metas ambiciosas, como reducir en un 25% la generación de residuos domiciliarios per cápita y alcanzar una tasa de reciclaje del 65% para 2040. Apostemos por la innovación y el compromiso colectivo para transformar los residuos en oportunidades y construir un Chile más sostenible.
Fuentes:
Comentarios